LA ACTITUD
La
actitud es la forma como actúa una persona, la manera como realiza las cosas,
se centra como ejemplo básico la analogía de un virus como un problema de
actitud en una organización, que resulta
siendo la representación más acertada para comparar como se extiende un virus o
como un problema de actitud puede afectar la administración de una empresa o
entidad determinada, en esa medida resulta factible la expresión señalada por
Winston Churchill que dice que “la actitud es una pequeña cosa que hace una gran
diferencia”, toda estrategia de mejoramiento y satisfacción de
obtener buenos resultados toman como base la actitud para aceptar los cambios y
su eficiente desarrollo.
En una
organización podemos encontrar muchas actitudes que afectan el buen
funcionamiento de la administración, pero en estos casos la única opción viable
es que las personas involucradas cambien sus actitudes ya que estas,
vienen del interior de cada uno y están en
su primer nivel de pensamiento, por tanto sin voluntad de cambio es
imposible un desarrollo eficiente en la ejecución de sus labores, la actitud es
una elección y por esta misma razón solo se pueden transformar esas actitudes
en cada persona, de ahí la importancia que todos cambiemos de actitud y
asumamos que debemos mejorar nuestra forma de actuar a fin de que no se vea alterado
nuestro entorno laboral, un mejoramiento encaminado en la dirección adecuada
hacia la consecución de un mundo mejor.
La
actitud ante cualquier reforma por lo general siempre genera rechazo pero con
autoridad y respeto se puede lograr una verdadera transformación, hay que
entender que los cambios para evolucionar deben ser bienvenidos y aceptados dentro
de una organización administrativa, es decir, las buenas actitudes producen
confianza, esperanza, alegría, mejor desempeño personal y profesional lo que
genera una mejor convivencia.
En
conclusión se observa que la actitud de la persona hace la diferencia y es un
aspecto fundamental para innovar, evolucionar, transformar y forjar un mundo
mejor, para mí la actitud moral es uno de los parámetros primordiales, la base
para fundar todas las demás actitudes en
aras del cambio, que desafortunadamente en la actualidad no se evidencia mucho,
su falta de conciencia en la aplicación de las
situaciones de la vida de hoy impide esa real transformación y una orientación
básica de las personas frente a la vida, que nos permite enfrentar con
fortaleza las vicisitudes de la vida diaria.